En El Naranjal, Santa María del Real, Olancho, Carolina, Roger Rodríguez y sus dos hijos han sido ganaderos por mucho tiempo y hace 3 años se unieron al proyecto de ganadería de Heifer, con el fin de mejorar sus prácticas y aprender otras.
Siendo Carolina una ingeniera agrónoma, ya tenía conocimientos sobre ganadería, sin embrago, comenta que el proyecto reforzó lo que ella sabía y aprendió muchas otras cosas que no practicada en su finca.
“Antes cuando se enfermaba un animal teníamos que trasladarlo a Catacamas adonde el veterinario, pero ahora Heifer me ha capacitado para poder atenderlo yo mismo. Algunos compañeros me buscan para que les ayude con su ganado” expresó su esposo Roger.
Heifer les apoyó a formar un grupo de 33 ganaderos para brindarles asistencia técnica y poner en práctica lo enseñado.
Las prácticas más relevantes adoptadas por la familia Rodríguez son: como capacitar a los trabajadores en el área de ordeño, instalación de salas de ordeño, mejorar las prácticas para hacer lácteos, y mejorar el rendimiento de la leche. Antes manejaban el ganado en un potrero grande y ahora lo gavetearon, secado del ganado (cuando la vaca ya no que quiere dar leche al ternero). Las mujeres del grupo se capacitaron en la elaboración de dulces de leche. También les enseñaron a llevar un mejor control y registro de la finca.
La familia vende los lácteos directamente en barrios y colonias, ya tienen su clientela fija. Roger sale día de por medio a vender y lleva a casa unos L.28,000 a la semana.
En noviembre del 2019, Heifer propuso diversificar las fincas incluyendo apiarios. Diecinueve miembros aceptaron y formaron otro grupo llamado AGASMAR, del cual el proyecto les ayudó a sacar su personaría jurídica.
Heifer les proporcionó 20 colmenas con asistencia para la producción de miel, el grupo ha logrado tener 55 colmenas de las cuales dieron 20 en pase en cadena a otro grupo apícola. Actualmente AGASMAR cuenta con 35 colmenas.
En la comunidad se organizó otro grupo con los hijos de los beneficiarios haciendo “Relevo Generacional” para la producción de miel. A ellos se les darán 10 colmenas como pase en cadena.
Carolina tenía los conocimientos básicos de cómo manejar un apiario, sin embargo, con el proyecto ella aprendió más sobre el tema desde como alimentarlas, separarlas hasta cosecharlas.
“La experiencia ha sido muy bonita, me he involucrado en todo el proceso y nos ha ido muy bien. En la primera cosecha llenamos más de 300 botes de miel, los cuales logramos vender a L.160 cada uno” comentó con alegría Carolina.
En la ruta de la venta de lácteos también se vende la miel. Los mismos clientes que compran los lácteos compran la miel.
En la casa de los Rodríguez se encuentra el material del apiario, ellos preparan el alimento de las abejas, la cera, se limpian cajas, enceran a los marcos y cuando se cosecha, en la casa se envasa la miel.
Comenta Carolina que sigue invicta de las picaduras de abejas, en cambio su esposo Roger si lo han picado varias veces. Dice Carol que el técnico le aconsejó que la clave es no tenerles miedo y eso le ha funcionado a ella.
Como parte de la diversificación, el proyecto también les enseñó como cosechar polen, y este lo venden a L.300 la libra.
Las ganancias de las abejas lo han invertido en el negocio, compraron un extractor, todos los materiales y equipos para seguir produciendo miel.
Los planes a futuro para la familia Rodríguez es tener sus propias colmenas y enviar a su hijo a estudiar la academia de piloto para ser mecánico de aviones. Los planes del grupo es poner una tienda apícola en la zona ya que es una necesidad que hay en el departamento de Olancho. Actualmente tienen que viajar a Siguatepeque (320 km) o El Paraíso (170 km) para comprar material apícola. Heifer mediante el programa Stimulus Gran 2 dará un fundo de aproximadamente $12,000 para la apertura de la tienda y hacer realidad esta gran meta para poder facilitar los insumos necesarios a los apiarios de Olancho